lunes, 29 de julio de 2013
NUEVO BLOG: INVESTIGACIÒN Y cIRUGÌA
Así que a todos mis alumnos, colegas, profesores interesados en estos temas quedan cordialmente invitados a seguirnos.
martes, 2 de abril de 2013
EL ALMUERZO DOMINICAL
lunes, 10 de septiembre de 2012
EL TWITTER Y LA HUELGA MEDICA DE ESSALUD
lunes, 26 de marzo de 2012
PEDRITO OTINIANO Y EL MUSICAL UNIÓN
Por las noches y con los amigos del barrio pasábamos por la puerta del Centro Musical Unión que tenía su local en lo que es actualmente la plaza Ramón Castilla, antes Plaza Unión. Un local pequeño, calculo que su sala era de 8 x 3 mts. Nos parabamos en la puerta y a través de la ventanilla nos conformabamos con mirar y escuchar a los que alli se reunían. Alli se congregaban los criollos de verdad, en el canto y en la actitud. Eran noches de tertulia, no necesariamente acompañada de licor, y cada vez que se les ocurría, que eran todos los días, cogían y pulsaban la guitarra y con voces de alta tonalidad y gran armonía entonaban valses que creo varios de ellos no he vuelto a escuchar. Allí estaba Pedro Otiniano, joven aún, de vez en cuando Lucho Barrios ó Gilberto Cossio Bravo que eran profesionales del canto que se reunían con otros grandes cantantes que no se hicieron profesionales. Recuerdo al "chongo" Loayza, al Sr Travel, al "Flaco" Rojas, que fue administrador de la Clinica San Felipe, al mismo Humberto Cervantes, cantante de Fiesta Criolla, al mejor cajonero de esos tiempos Canano Barrenechea y a Chinoco y unos guitarristas extraordinarios como los hermanos Dávila, aún vigentes. Yo apenas era el "mocoso sapo".
Cuando termine la secundaria e ingrese a la universidad coincidió con el cambio de ubicación del Club. Se mudaron a Jiron Tayacaja, a 100 metros de mi casa. Ya universitario, pasaba por la puerta del club todas las noches, solo pasaba y miraba, hasta que me dieron la oportunidad de ingresar a disfrutar con ellos de la música y la tertulia. Seguía siendo el "moco” de 18 o 19 años reunido con los mayores, cantantes y criollos. Eran casi todos los días entre las 8 o 9 de la noches y las 11 que ya me retiraba a la casa. Aprendí mucho y recibí muchos consejos, que serán motivo de otro post. En ese contexto conocí personalmente a Pedrito Otiniano. Conversábamos frecuentemente, al igual que todos los del club me decía "el doctorcito". Era un criollo al 100%. No en la acepción que se da ahora de sinverguenza, impuntual, grosero, "chupacalato". No, no era así, no era grosero ni maleducado, era el único cantante, por decirlo de alguna manera y diferenciarlo marcadamente de otros, que compraba e invitaba cerveza, cigarros y si había hambre, los piqueos y que además cantanba sin esperar que se lo pidan. Siempre de buen humor, con una habilidad especial para contar chascarros, y que decir, para cantar los valses criollos, porqué eso sí, en el club nunca lo escuche cantar boleros, eso era para los discos y para las presentaciones profesionales, en el club, valses y valses.
Los años pasaron, nos hicimos profesionales, frecuentábamos menos el club y nos alejamos sin desearlo y por las obligaciones profesionales que ibamos adquiriendo de aquellos amigos, pero algunas veces coincidíamos en mis esporádicas visitas al barrio o en alguna actuación que él tenía. Recuerdo que estuvo en la ciudad de Los Organos en 1985, yo trabajaba como cirujano en el hospital de Petroperu de esa ciudad, llegó en una gira con Betina Oneto y disfrutamos de su arte y de una pequeña conversa. Tiene un libro donde cuenta sus anécdotas y que lo guardo celosamente en mi biblioteca con mis libros de fisiología, cirugía y filosofía.
Ese es el recuerdo de Pedro Otiniano, señor de señores, cantante de cantantes. Criollo de antes.
En este video canta Pescadorita. En el cajón otro amigo ya difunto Julio Vasquez "Ojo de Choro"
domingo, 1 de enero de 2012
AÑO NUEVO: DESEOS, SUERTE, ASPIRACIONES Y AMBICIONES
El termino deseo tiene muchas connotaciones, pasan por querer, anhelar, capricho, antojo, lujuria, codicia, avaricia, aspiración o ambición, entre otras. Podemos revisar ampliamente sobre el tema en el libro de Marina y López Penas (Diccionario de los sentimientos), quien hace un enfoque lingüístico y psicológico. Aquí nos ocuparemos de la aspiración y ambición que son los que más se asocian a nuestro entorno laboral.
También es cierto que es necesario definir lo que es una meta. El termino está ligado al éxito. Meta es llegar a conseguir algo que se había deseado y éxito es cuando con esa meta uno sale de una situación para pasar a otra mejor o diferente. El empeño, las aspiraciones y las ambiciones son deseos que al cristalizarse se constituyen en una meta y probablemente al éxito.
Desde muy joven aprendí a trazarme metas cada inicio de año y rendir cuenta de ello cada 31 de diciembre. Un acto de contrición en un momento del día en casa o en el interior de la iglesia de Las Nazarenas. Lo inculque a mis hijos desde muy niños y creo que hasta ahora lo realizan sistemáticamente año nuevo a año nuevo.
Sin embargo a medida que pasan los años son pocas las metas a proponerse y son mayores los sueños. La diferencia está en la acción. La meta implica un deseo ligado a la acción, el sueño no. El sueño espera pacientemente que la oportunidad se presente y si estoy preparado para ello la aprovecho. Es a esa conjunción de oportunidad y preparación lo que muchos llaman suerte. La presentación de la oportunidad tampoco dependan en lo mas mínimo de mi actuación, dependen de otras personas o circunstancias. Estas condiciones se dan espontáneamente. Por lo que los sueños no deberíamos considerarlas como metas. Pero tienen la importancia de motivar y condicionar una preparación a la espera de la oportunidad. Como conclusión podemos afirmar que para tener suerte hay que prepararse (estudiar, trabajar, conducta adecuada, mostrar empeño, etc.)Y esperar que la oportunidad se presente, si se presenta. Estos son sueños que no deben ser considerados como aspiraciones, pretensiones o ambiciones que conduzcan a una meta.
De otro lado tenemos las aspiraciones personales que algunos llaman ambiciones positivas. Estas se enmarcan en los deseos que son viables y que dependen fundamentalmente de nuestra acción. Va de la mano con la preparación para obtenerla y también con la búsqueda de la oportunidad. Esta búsqueda de la oportunidad es lícita en la medida que se realice dentro de las normas de la ética y con un comportamiento moral, con respeto a las personas y a las instituciones. Aquí queda la interpretación muy personal si cada uno de los actos corresponde a lo manifestado y de la misma manera la de los observadores para realizar el juicio correspondiente. Cuando se camina en el límite de lo moral se presta para la discusión.
Suele ser considerado que el estado más saludable para una persona es aquel donde la ambición actúa como disparador de acciones, pero dentro de los límites de la coherencia y el respeto.>
Otra cosa es la ambición, que de acuerdo a lo que estamos definiendo sería considerada por otros como ambición negativa. Esta va de la mano con malas artes, es plantearse metas sin tener ni pretender una preparación adecuada o buscando la oportunidad ilícitamente, atropellando a las personas, no respetando principios ni valores institucionales o sociales. En esta situación no hay una conducta en el límite de lo moral, es francamente amoral y usualmente no amerita discusión alguna el juicio emitido.
Existe una situación peculiar. La inacción frente a situaciones ilegales o inmorales o en el mejor de los casos discutibles, que permitirían consolidar un deseo. Es una ambición por omisión.
Concluimos que la diferencia entre la aspiración y la ambición radica en la conducta. En el ámbito religioso la ambición, aunque referida al deseo de riqueza también es condenada. Basta leer Santiago 3:16.
De tal forma que el próximo año tengamos mucho cuidado cuando digamos:
"que todos tus deseos se cumplan", se referirán a la lujuria o a la codicia?
"que el éxito te acompañe","que las metas trazadas se realicen", bajo cualquier circunstancia?. Creo que lo mas sencillo es decir "que tengas suerte, se cumplan tus aspiraciones y que estas no se conviertan en ambiciones"
domingo, 1 de mayo de 2011
EVALUACION Y EDUCACION MEDICA
Uno de los problemas no resueltos en las facultades de medicina, y en general, de las facultades de las ciencias de la salud del país, es la evaluación de los alumnos. La evaluación es importante a partir del hecho que constituye el proceso que discrimina entre los alumnos que han cumplido con los objetivos trazados en el aprendizaje y los que están lejos de tener las capacidades propuestas. En otras palabras, es el filtro por el que van a pasar los que realmente tienen las competencias para ejercer la profesión con un margen de seguridad para la sociedad. No puede dejar de mencionarse que la evaluación también cumple con otros fines que son importantes. Uno de ellos es que se constituya en una estrategia más de aprendizaje mediante el feed-back que realiza el profesor al resolver ó al indicar los errores del alumno evaluado y por lo tanto se constituya en un proceso formador y orientador.El método más poderoso para cambiar la manera de estudiar de los estudiantes y la manera en que los profesores enseñan, es cambiar la manera de evaluar
(Frieddericksen,1984)
Desde fines del siglo pasado se educa en el sistema “basado en competencias”. Los curriculos, planes de estudio y evaluaciones deben estar orientados hacia la obtención de competencias por parte de los alumnos.
José Peinados Herreros ha definido las competencias de esta manera:
Entendemos por competencias el conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes que permiten una excelente práctica médica, en continuo perfeccionamiento, adecuada al contexto social en que se desarrolla.
Las competencias que han sido establecidas para los egresados de medicina son varias: valores profesionales, fundamentos científicos, lectura crítica, manejo de información y sobretodo habilidades clínicas.
Las habilidades clínicas de refieren a:
1. Obtener y elaborar una historia clínica que contenga toda la información relevante.
1. Realizar un examen físico y una valoración mental.
2. Tener capacidad para elaborar un juicio diagnóstico inicial y establecer una estrategia diagnóstica razonada.
3. Reconocer y tratar las situaciones que ponen la vida en peligro inmediato, y aquellas otras que exigen atención inmediata.
4. Establecer el diagnóstico, pronóstico y tratamiento aplicando los principios basados en la mejor información posible.
5. Indicar la terapéutica más adecuada de los procesos agudos y crónicos más prevalentes, así como de los enfermos en fase terminal.
6. Plantear y proponer las medidas preventivas adecuadas a cada situación clínica
No es la única forma de ver este rubro. Martinez Altarriba (SEMERGEN 2003;29(11):591-8) presenta las Habilidades clínicas bajo esta percepción:
1. Adquisición de información, mediante el interrogatorio, la exploración física e interpretación de la información obtenida
2. Conocimiento y comprensión Para recordar los conocimientos relevantes acerca del padecimiento y proporcionar cuidado afectivo y eficiente
3. Atributos interpersonales para establecer una buena relación médico-paciente
4. Resolución del problema y juicio clínico. Aplicación de los conocimientos, habilidades clínicas y atributos personales, al criterio clínico, diagnóstico, investigación y manejo del problema clínico del paciente
5. Habilidades técnicas. Utilización de los procedimientos técnicos en el manejo del paciente.
Aquí debemos resaltar como componente el punto 3. La capacidad para establecer una buena relación médico paciente.
Entonces queda claro que las evaluaciones tanto en los alumnos de pregrado de medicina del área clínica como en los egresados, no pueden estar basados en exámenes de los denominados teóricos. Aquellos en las que se proponen un numero de preguntas usualmente de alternativas múltiples con diferente grado de dificultad en lo cognitivo pero que no evalúa la capacidad de enfrentar a un paciente. Con este tipo de evaluaciones no se puede discernir la competencia de los estudiantes para desempeñarse en el trabajo cotidiano con pacientes.
Es por ello necesario que se desarrollen pruebas que permitan evaluar correctamente si es que se consigue obtener las competencias en cada una de las asignaturas del área clínica, llámese cardiología, reumatología, cirugía, etc. Y por que no para la obtención del título de médico cirujano.
Es así que desde hace un buen tiempo en las facultades de los países mas desarrollados en la educación médica se vienen realizando los exámenes denominados "Examen Clínico Objetivo Estructurado (ECOE)", conocido también en el inglés como OSCE (Objective Estructured Clinical Examination). Así como el denominado Mini Clinical Evaluation Exercise "Minicex" y otro de reciente uso el Test de Concordancia SCRIPT.
La formulación es laboriosa. Requiere de profesores dedicados solamente a este proyecto. La preparación de personas, usualmente profesionales jubilados, para que hagan las veces de paciente (pacientes simulados) y de una estructura y logística a la altura del reto.
Pero son estos exámenes, de la mano con otras medidas académicas y administrativas, las que permitirán realizar una mejor selección de los alumnos, que han de tomar el papel de médicos, con la seguridad que han obtenido las competencias médicas y habilidades clínicas a un nivel adecuado para dar un correcto trato a los enfermos. De esta manera conseguiremos que la práctica médica a cargo de los nuevos médicos sea más segura, eficiente y exenta de problemas médicos legales. Simultaneamente incentivaremos a los profesores a modificar su técnica docente tal como lo expresa la cita al inicio de este escrito.
Esta es una tarea pendiente en cada una de las facultades de medicina. Manos a la obra.
sábado, 9 de abril de 2011
APUNTES SOBRE LA HISTORIA DE LA CIRUGIA PERUANA
Muy buenas tardes. La reunión que nos congrega el día de hoy está en relación al festejo por el día de la cirugía peruana decretado por el gobierno peruano mediante Resolución Ministerial 00049/SA/OS del 01 de abril de 1976. El día 5 de Abril celebramos el onomástico del Dr. Guillermo Gastañeta.
No está demás hacer una apretada reseña de la evolución de la cirugía peruana. Las Trepanaciones craneanas son intervenciones quirúrgicas que se han realizado en todas las épocas y en todas las latitudes. Nuestro cultura precolombina no es la excepción. Tenemos el Tumi como el instrumento representativo de esta práctica. Los móviles que impulsaron a los antiguos peruanos a la práctica de la trepanación fueron varios. Muchos creen que la finalidad fue médica. Otros, probablemente fantasiosos, pretenden decir que era para aliviar cefaleas, curar la epilepsia y las enfermedades mentales. Sin embargo Julio C Tello sostiene que se hicieron con criterio terapéutico especialmente en lo relacionado con traumatismos abiertos o con enfermedades como la sífilis que en estadio terciario produce osteítis y gomas que determinan síntomas neurológicos.
Quien hacía las veces de cirujano en la edad media era el barbero. Su función era realizar sangrías, aplicar torniquetes, extraer muelas y curar heridas. No tenía preparación universitaria ni escolarizada. Sólo trabajaban basados en las enseñanzas de algún experimentado barbero quien hacía las veces de maestro. Por aquella época la cirugía en Europa no mostraba mayores adelantos.
Todavía se seguían las enseñanzas de Galeno cuyos tratamientos estaban basados en una anatomía equivocada puesto que las descripciones nacían del estudio anatómico en porcinos y no en humanos. Es con Vesalio en el siglo XVI que se inicia el estudio de la anatomía disecando cadáveres y pública su representativo libro denominado La Fábrica. Años más tarde se invente microscopio y de la misma es comienza a cambiar los conceptos filosóficos ligados a la ciencia lo que ahora se denomina la epistemología, negando mucho de los aportes que venían de los griegos y especialmente de Aristóteles. Es lo que se denominó la Revolución Científica. Aparecieron las universidades donde destaca la de Salerno y comienza con ello la escolarización de la enseñanza de la medicina y de la cirugía.
Cirujanos de aquella época se diferenciaba del barbero porque este si tenía estudios escolarizados y la diferencia entre los dos era el uso de la toga. El cirujano adquirió más importancia en la misma medida que el conocimiento en biología. Allí rescatar la figura del cirujano de la escuela de Montepellier, considerado el Padre de la Cirugía, quien dejo esta frase para la posteridad:
Guy de Chauliac
“Que el cirujano sea audaz en las cosas seguras y precavido en las peligrosas; que evite los tratamientos y prácticas defectuosas. Debe ser amable con el enfermo, respetuoso con sus compañeros, cauteloso en sus pronósticos. Que sea modesto, digno, amable, compadecido y misericordioso; que no codicie el dinero ni sea deshonesto; que su recompensa sea según su trabajo, los medios del paciente, la clase del asunto y con su propia dignidad.”
Ya por esta época había un divorcio entre la medicina y la cirugía. Puesto que se privilegiaba la mente y la razón sobre la actividad manual.
Durante el virreinato la atención de salud estuvo a cargo de profesionales que estuvieron calificados valorativamente como médico, cirujano latino, barbero, boticario, barchilón, comadronas y curanderos. Solamente podían acceder al título de médico los denominados “limpios de sangre”, es decir las personas españolas o que tuvieran descendencia española, los criollos. Los cirujanos eran los que no accedían al título de médico por no estar limpios de sangre y se presentaba como requisaito el hablar latin, por lo que la mayoría de ellos eran negros y mulatos o cuarterones. Los barberos eran usualmente negros o mulatos.
Nuestro santo Martín de Porras fue un ilustre barbero nació en 1579 hijo de español con una criolla panameña de descendencia etíope. Trato a los enfermos en la enfermería del convento de Santo Domingo con todas aquellas características que finalmente lo llevaron a beato y posteriormente a Santo.
A finales del virreinato destacaron tres cirujanos, todos ellos mulatos, razón por la cual no podían en primera instancia acceder a médicos. José Manuel Dávalos fue un cirujano que estudió en Francia, discípulo de Lavoisier, se doctoró en Montpellier, y al regresar al Perú tuvo muchas dificultades para ejercer la medicina a pesar del prestigio que tenía como estudiante y doctor en medicina. Tanto así que es el único médico que es nombrado y elogiado por Alexander Von Humboldt. Fue considerado como medico después de haber pasado por un riguroso examen. José Manuel Valdés es otro mulato cirujano que accedió a médico por una licencia otorgada por la corona española por su prestigio y calidad como medico. Muy amigo de Hipólito Unanue y fue nombrado protomédico, el cargo más alto en la medicina peruana en aquellas épocas. José Pastor Larrinaga un cirujano que estuvo a cargo del convento de San Francisco, del hospital de San Bartolomé y del regimiento de milicias de dragones de Caraballo. Escribió un libro denominado Apología de los Cirujanos del Perú donde escribe sobre el valor que tenían los 56 cirujanos inscritos y reconocidos para atender 60.000 habitantes que en aquellos momentos tenía Lima.
José Pastor de Larrinaga, fue defensor de su gremio, por haber iniciado el sistema de protección de sus asociados llamado Monte Pío de los Cirujanos, único en su género en toda América
Hispana, y por haber desarrollado en el histórico Hospital de San Bartolomé de morenos (1646-1821) una de las mejores Escuelas Prácticas de Medicina y Cirugía, donde se formaron médicos y cirujanos peruanos, que rivalizaron grandemente con las otras Escuelas Prácticas establecidas en los Hospitales de Santa Ana, San Andrés, La Caridad y del Espíritu Santo de la ciudad de Lima. José Pastor de Larrinaga
fue autor de la obra titulada "Apología de los Cirujanos del Perú" editada en Granada, España en 1791, del cual sólo hay un ejemplar disponible en la Biblioteca Nacional del Perú. Junto a esta publicación, se insertan los documentos referidos a la creación del Colegio de Cirugía de San Carlos en Lima,el establecimiento del Monte Pío de los Cirujanos, viudas y huérfanos en el Perú.
Éstas diferencias existentes valorativa mente entre médicos y cirujanos acabaron con la llegada de Hipólito Unanue y la creación de la escuela de medicina de San Fernando. Se unifican los estudios, se soslaya las prohibiciones y finalmente se unifica la profesión con el título de médico cirujano
Es ésta la razón y el origen de nuestro actual título: médico-cirujano. No es pues como muchos lo interpretan actualmente que el médico recién egresado tiene habilidades para la cirugía. Solamente significa un recuerdo histórico de lo que fue dos siglos atrás la medicina y la cirugía. En otros países todavía se le agrega el término partero.
La segunda mitad del siglo XIX se caracteriza por unos adelantos. El primero de ellos la descripción de la teoría microbiana y la aplicación en cirugía papel importante tuvieron Semelweiss, Lister y Pasteur. De la misma manera la aparición de la anestesia, la aplicación del éter y del cloroformo.
Los cirujanos más destacados en ese tiempo fueron Teodoro Billroth y Von Mickulitz, que no sólo destacaron por sus habilidades quirúrgicas que trasuntan el tiempo con técnicas operatorias descritas por ellos sino porque también fueron organizadores líderes de escuelas médicas que modificaron la enseñanza de la medicina.
Varios cirujanos destacaron en esta segunda mitad del siglo XIX. Sin embargo el que considerado como el más grande y representativo es Lino Alarco,
considerado como el más eximio de los cirujanos de la última mitad del siglo XIX realizaba todo tipo de cirugías sin embargo se debe tener presente que realizó la primera laparotomía con anestesia general el 12 junio 1878 en la que extirpó un quiste de ovario. Estudio en Francia durante tres años y todo lo aprendido lo aplicó en la sala quirúrgica de varones del hospital San Andrés. El representa la transición entre la cirugía prelisteriana y la cirugía moderna del siglo XIX. A él se le considera el cirujano peruano del siglo xix.
Finalmente y en un apretado resumen damos un salto al cirujano más grande en la primera mitad del siglo XX y cuyo homenaje es el motivo de esta reunión: Don Guillermo Castañeta, fue interno de Lino Alarco, representa al cirujano que utilizó todos los recursos disponibles para realizar la cirugía que en esos momentos era el punto más alto del desarrollo.
En la segunda mitad del siglo XX destacan nítidamente los doctores Víctor Baraco, Gurmendi, y sin temor a decir que el más reconocido internacionalmente tanto por sus publicaciones como por el desarrollo de técnicas operatorias fue el doctor Raúl Romero Torres. En la naciente seguridad social destacaron Aurelio Díaz Ufano y Pompeyo Chávez. Finalmente presentó esta fotografía tomada en el frontis del hospital Rebagliati, donde se puede apreciar a los cirujanos fundadores de este hospital: Pompeyo Chavez, Gustavo Lanatta, Luis del Aguila, Jorge Seminario, Frank Lizaraso, Julio del Campo, Adolfo Guevara, Luis Montero, Madrid, Américo Ballenas, Granda, Villacorta, Duran, Vicente Luna, entre otros que me es difícil reconocer y donde se puede apreciar las características en el pulcro vestir de los cirujanos de hace 50 años.
En el recuerdo de todos ellos y del Dr Gastañeta feliz día de la cirugía.