CIRUGIA EDUCACION BOLEROS

Como me dijo un gran amigo: tu blog parece el programa de Ferrando "Trampolin a la Fama"

domingo, 1 de mayo de 2011

EVALUACION Y EDUCACION MEDICA

El método más poderoso para cambiar la manera de estudiar de los estudiantes y la manera en que los profesores enseñan, es cambiar la manera de evaluar
(Frieddericksen,1984)
Uno de los problemas no resueltos en las facultades de medicina, y en general, de las facultades de las ciencias de la salud del país, es la evaluación de los alumnos. La evaluación es importante a partir del hecho que constituye el proceso que discrimina entre los alumnos que han cumplido con los objetivos trazados en el aprendizaje y los que están lejos de tener las capacidades propuestas. En otras palabras, es el filtro por el que van a pasar los que realmente tienen las competencias para ejercer la profesión con un margen de seguridad para la sociedad. No puede dejar de mencionarse que la evaluación también cumple con otros fines que son importantes. Uno de ellos es que se constituya en una estrategia más de aprendizaje mediante el feed-back que realiza el profesor al resolver ó al indicar los errores del alumno evaluado y por lo tanto se constituya en un proceso formador y orientador.

Desde fines del siglo pasado se educa en el sistema “basado en
competencias”. Los curriculos, planes de estudio y evaluaciones deben estar orientados hacia la obtención de competencias por parte de los alumnos.

José Peinados Herreros ha definido las competencias de esta manera:

Entendemos por competencias el conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes que permiten una excelente práctica médica, en continuo perfeccionamiento, adecuada al contexto social en que se desarrolla.


Las competencias que han sido establecidas para los egresados de medicina son varias: valores profesionales, fundamentos científicos, lectura crítica, manejo de información y sobretodo habilidades clínicas.
Las habilidades clínicas de refieren a:

1. Obtener y elaborar una historia clínica que contenga toda la información relevante.
1. Realizar un examen físico y una valoración mental.
2. Tener capacidad para elaborar un juicio diagnóstico inicial y establecer una estrategia diagnóstica razonada.
3. Reconocer y tratar las situaciones que ponen la vida en peligro inmediato, y aquellas otras que exigen atención inmediata.
4. Establecer el diagnóstico, pronóstico y tratamiento aplicando los principios basados en la mejor información posible.
5. Indicar la terapéutica más adecuada de los procesos agudos y crónicos más prevalentes, así como de los enfermos en fase terminal.
6. Plantear y proponer las medidas preventivas adecuadas a cada situación clínica

.

No es la única forma de ver este rubro.
Martinez Altarriba (SEMERGEN 2003;29(11):591-8) presenta las Habilidades clínicas bajo esta percepción:

1. Adquisición de información, mediante el interrogatorio, la exploración física e interpretación de la información obtenida
2. Conocimiento y comprensión Para recordar los conocimientos relevantes acerca del padecimiento y proporcionar cuidado afectivo y eficiente
3. Atributos interpersonales para establecer una buena relación médico-paciente
4. Resolución del problema y juicio clínico. Aplicación de los conocimientos, habilidades clínicas y atributos personales, al criterio clínico, diagnóstico, investigación y manejo del problema clínico del paciente
5. Habilidades técnicas. Utilización de los procedimientos técnicos en el manejo del paciente.

Aquí debemos resaltar como componente el punto 3. La capacidad para establecer una buena relación médico paciente.

Entonces queda claro que las evaluaciones tanto en los alumnos de pregrado de
medicina del área clínica como en los egresados, no pueden estar basados en exámenes de los denominados teóricos. Aquellos en las que se proponen un numero de preguntas usualmente de alternativas múltiples con diferente grado de dificultad en lo cognitivo pero que no evalúa la capacidad de enfrentar a un paciente. Con este tipo de evaluaciones no se puede discernir la competencia de los estudiantes para desempeñarse en el trabajo cotidiano con pacientes.

Es por ello necesario que se desarrollen pruebas que permitan evaluar correctamente si es que se consigue obtener las competencias en cada una de las asignaturas del área clínica, llámese cardiología, reumatología, cirugía, etc. Y por que no para la obtención del título de médico cirujano.

Es así que desde hace un buen tiempo en las facultades de los países mas desarrollados en la educación médica se vienen realizando los exámenes
denominados "Examen Clínico Objetivo Estructurado (ECOE)", conocido también en el inglés como OSCE (Objective Estructured Clinical Examination). Así como el denominado Mini Clinical Evaluation Exercise "Minicex" y otro de reciente uso el Test de Concordancia SCRIPT.

La formulación es laboriosa. Requiere de profesores dedicados solamente a este proyecto. La preparación de personas, usualmente profesionales jubilados, para que hagan las veces de paciente (pacientes simulados) y de una estructura y logística a la altura del reto.

Pero son estos exámenes, de la mano con otras medidas académicas y administrativas, las que permitirán realizar una mejor selección de los alumnos, que han de tomar el papel de médicos, con la seguridad que han obtenido las competencias médicas y habilidades clínicas a un nivel adecuado para dar un correcto trato a los enfermos. De esta manera conseguiremos que la práctica médica a cargo de los nuevos médicos sea más segura, eficiente y exenta de problemas médicos legales. Simultaneamente incentivaremos a los profesores a modificar su técnica docente tal como lo expresa la cita al inicio de este escrito.

Esta es una tarea pendiente en cada una de las facultades de medicina. Manos a la obra.



sábado, 9 de abril de 2011

APUNTES SOBRE LA HISTORIA DE LA CIRUGIA PERUANA

DISCURSO POR EL DÍA DE LA CIRUGÍA PERUANA PRONUNCIADO EN LA CEREMONIA REALIZADA EL 5 DE ABRIL DEL 2011 EN EL HOSPITAL REBAGLIATI ESSALUD


Muy buenas tardes. La reunión que nos congrega el día de hoy está en relación al festejo por el día de la cirugía peruana decretado por el gobierno peruano mediante Resolución Ministerial 00049/SA/OS del 01 de abril de 1976. El día 5 de Abril celebramos el onomástico del Dr. Guillermo Gastañeta.

No está demás hacer una apretada reseña de la evolución de la cirugía peruana. Las Trepanaciones craneanas son intervenciones quirúrgicas que se han realizado en todas las épocas y en todas las latitudes. Nuestro cultura precolombina no es la excepción. Tenemos el Tumi como el instrumento representativo de esta práctica. Los móviles que impulsaron a los antiguos peruanos a la práctica de la trepanación fueron varios. Muchos creen que la finalidad fue médica. Otros, probablemente fantasiosos, pretenden decir que era para aliviar cefaleas, curar la epilepsia y las enfermedades mentales. Sin embargo Julio C Tello sostiene que se hicieron con criterio terapéutico especialmente en lo relacionado con traumatismos abiertos o con enfermedades como la sífilis que en estadio terciario produce osteítis y gomas que determinan síntomas neurológicos.

Quien hacía las veces de cirujano en la edad media era el barbero. Su función era realizar sangrías, aplicar torniquetes, extraer muelas y curar heridas. No tenía preparación universitaria ni escolarizada. Sólo trabajaban basados en las enseñanzas de algún experimentado barbero quien hacía las veces de maestro. Por aquella época la cirugía en Europa no mostraba mayores adelantos.
Todavía se seguían las enseñanzas de Galeno cuyos tratamientos estaban basados en una anatomía equivocada puesto que las descripciones nacían del estudio anatómico en porcinos y no en humanos. Es con Vesalio en el siglo XVI que se inicia el estudio de la anatomía disecando cadáveres y pública su representativo libro denominado La Fábrica. Años más tarde se invente microscopio y de la misma es comienza a cambiar los conceptos filosóficos ligados a la ciencia lo que ahora se denomina la epistemología, negando mucho de los aportes que venían de los griegos y especialmente de Aristóteles. Es lo que se denominó la Revolución Científica. Aparecieron las universidades donde destaca la de Salerno y comienza con ello la escolarización de la enseñanza de la medicina y de la cirugía.

Cirujanos de aquella época se diferenciaba del barbero porque este si tenía estudios escolarizados y la diferencia entre los dos era el uso de la toga. El cirujano adquirió más importancia en la misma medida que el conocimiento en biología. Allí rescatar la figura del cirujano de la escuela de Montepellier, considerado el Padre de la Cirugía, quien dejo esta frase para la posteridad:
Guy de Chauliac

“Que el cirujano sea audaz en las cosas seguras y precavido en las peligrosas; que evite los tratamientos y prácticas defectuosas. Debe ser amable con el enfermo, respetuoso con sus compañeros, cauteloso en sus pronósticos. Que sea modesto, digno, amable, compadecido y misericordioso; que no codicie el dinero ni sea deshonesto; que su recompensa sea según su trabajo, los medios del paciente, la clase del asunto y con su propia dignidad.”


Ya por esta época había un divorcio entre la medicina y la cirugía. Puesto que se privilegiaba la mente y la razón sobre la actividad manual.

Durante el virreinato la atención de salud estuvo a cargo de profesionales que estuvieron calificados valorativamente como médico, cirujano latino, barbero, boticario, barchilón, comadronas y curanderos. Solamente podían acceder al título de médico los denominados “limpios de sangre”, es decir las personas españolas o que tuvieran descendencia española, los criollos. Los cirujanos eran los que no accedían al título de médico por no estar limpios de sangre y se presentaba como requisaito el hablar latin, por lo que la mayoría de ellos eran negros y mulatos o cuarterones. Los barberos eran usualmente negros o mulatos.

Nuestro santo Martín de Porras fue un ilustre barbero nació en 1579 hijo de español con una criolla panameña de descendencia etíope. Trato a los enfermos en la enfermería del convento de Santo Domingo con todas aquellas características que finalmente lo llevaron a beato y posteriormente a Santo.

A finales del virreinato destacaron tres cirujanos, todos ellos mulatos, razón por la cual no podían en primera instancia acceder a médicos. José Manuel Dávalos fue un cirujano que estudió en Francia, discípulo de Lavoisier, se doctoró en Montpellier, y al regresar al Perú tuvo muchas dificultades para ejercer la medicina a pesar del prestigio que tenía como estudiante y doctor en medicina. Tanto así que es el único médico que es nombrado y elogiado por Alexander Von Humboldt. Fue considerado como medico después de haber pasado por un riguroso examen. José Manuel Valdés es otro mulato cirujano que accedió a médico por una licencia otorgada por la corona española por su prestigio y calidad como medico. Muy amigo de Hipólito Unanue y fue nombrado protomédico, el cargo más alto en la medicina peruana en aquellas épocas. José Pastor Larrinaga un cirujano que estuvo a cargo del convento de San Francisco, del hospital de San Bartolomé y del regimiento de milicias de dragones de Caraballo. Escribió un libro denominado Apología de los Cirujanos del Perú donde escribe sobre el valor que tenían los 56 cirujanos inscritos y reconocidos para atender 60.000 habitantes que en aquellos momentos tenía Lima.
José Pastor de Larrinaga, fue defensor de su gremio, por haber iniciado el sistema de protección de sus asociados llamado Monte Pío de los Cirujanos, único en su género en toda América
Hispana, y por haber desarrollado en el histórico Hospital de San Bartolomé de morenos (1646-1821) una de las mejores Escuelas Prácticas de Medicina y Cirugía, donde se formaron médicos y cirujanos peruanos, que rivalizaron grandemente con las otras Escuelas Prácticas establecidas en los Hospitales de Santa Ana, San Andrés, La Caridad y del Espíritu Santo de la ciudad de Lima. José Pastor de Larrinaga
fue autor de la obra titulada "Apología de los Cirujanos del Perú" editada en Granada, España en 1791, del cual sólo hay un ejemplar disponible en la Biblioteca Nacional del Perú. Junto a esta publicación, se insertan los documentos referidos a la creación del Colegio de Cirugía de San Carlos en Lima,el establecimiento del Monte Pío de los Cirujanos, viudas y huérfanos en el Perú.

Éstas diferencias existentes valorativa mente entre médicos y cirujanos acabaron con la llegada de Hipólito Unanue y la creación de la escuela de medicina de San Fernando. Se unifican los estudios, se soslaya las prohibiciones y finalmente se unifica la profesión con el título de médico cirujano
Es ésta la razón y el origen de nuestro actual título: médico-cirujano. No es pues como muchos lo interpretan actualmente que el médico recién egresado tiene habilidades para la cirugía. Solamente significa un recuerdo histórico de lo que fue dos siglos atrás la medicina y la cirugía. En otros países todavía se le agrega el término partero.

La segunda mitad del siglo XIX se caracteriza por unos adelantos. El primero de ellos la descripción de la teoría microbiana y la aplicación en cirugía papel importante tuvieron Semelweiss, Lister y Pasteur. De la misma manera la aparición de la anestesia, la aplicación del éter y del cloroformo.

Los cirujanos más destacados en ese tiempo fueron Teodoro Billroth y Von Mickulitz, que no sólo destacaron por sus habilidades quirúrgicas que trasuntan el tiempo con técnicas operatorias descritas por ellos sino porque también fueron organizadores líderes de escuelas médicas que modificaron la enseñanza de la medicina.

Varios cirujanos destacaron en esta segunda mitad del siglo XIX. Sin embargo el que considerado como el más grande y representativo es Lino Alarco,
considerado como el más eximio de los cirujanos de la última mitad del siglo XIX realizaba todo tipo de cirugías sin embargo se debe tener presente que realizó la primera laparotomía con anestesia general el 12 junio 1878 en la que extirpó un quiste de ovario. Estudio en Francia durante tres años y todo lo aprendido lo aplicó en la sala quirúrgica de varones del hospital San Andrés. El representa la transición entre la cirugía prelisteriana y la cirugía moderna del siglo XIX. A él se le considera el cirujano peruano del siglo xix.

Finalmente y en un apretado resumen damos un salto al cirujano más grande en la primera mitad del siglo XX y cuyo homenaje es el motivo de esta reunión: Don Guillermo Castañeta, fue interno de Lino Alarco, representa al cirujano que utilizó todos los recursos disponibles para realizar la cirugía que en esos momentos era el punto más alto del desarrollo.


En la segunda mitad del siglo XX destacan nítidamente los doctores Víctor Baraco, Gurmendi, y sin temor a decir que el más reconocido internacionalmente tanto por sus publicaciones como por el desarrollo de técnicas operatorias fue el doctor Raúl Romero Torres. En la naciente seguridad social destacaron Aurelio Díaz Ufano y Pompeyo Chávez. Finalmente presentó esta fotografía tomada en el frontis del hospital Rebagliati, donde se puede apreciar a los cirujanos fundadores de este hospital: Pompeyo Chavez, Gustavo Lanatta, Luis del Aguila, Jorge Seminario, Frank Lizaraso, Julio del Campo, Adolfo Guevara, Luis Montero, Madrid, Américo Ballenas, Granda, Villacorta, Duran, Vicente Luna, entre otros que me es difícil reconocer y donde se puede apreciar las características en el pulcro vestir de los cirujanos de hace 50 años.
En el recuerdo de todos ellos y del Dr Gastañeta feliz día de la cirugía.