CIRUGIA EDUCACION BOLEROS

Como me dijo un gran amigo: tu blog parece el programa de Ferrando "Trampolin a la Fama"

domingo, 26 de julio de 2009

CUANDO UN MEDICO SE RETIRA

Me parece que la vida de los médicos en los hospitales durante los 30 o 40 años de labor es tanto o más trascendente que la desarrollada en sus propios hogares. Es que a diferencia de otras labores, todas ellas muy respetadas, en los hospitales no hay rutinas, todos los días son diferentes, estan llenos de emociones y de contradicciones. Alegría por conseguir la curación de un paciente, tristeza y pesadumbre cuando otro fallece, confort cuando se recibe el agradecimiento de aquel que ya esta recuperado, preocupación cuando se presenta un evento adverso inesperado ó un sentimiento de culpa cuando se sabe que se ha omitido ó exagerado en una acción. Y aunque no lo crean todos estos estados del espíritu pueden presentarse en un sólo día. Todo ello compartido con el equipo médico de trabajo, que como en todo grupo humano, presenta convergencias y divergencias, amistades y enemistades, solidaridad y celos profesionales, confidencias e infidencias. Creo también que estas características se viven con mayor ardor e ímpetu entre los galenos que practican especialidades quirúrgicas por la característica propias de la especialidad como por los rasgos psicológicos comunes a dichos profesionales.

Estoy casi seguro que en nuestros hogares la vida pasa mas calma y tranquila, las emociones, que si bien es cierto pueden ser mas intensas, no se presentan en la frecuencia ni en el ritmo existente en un hospital. Retirarse de la práctica hospitalaria es como pasar de un día a otro del verano al invierno. Es cambiar la adrenalina hospitalaria por el diazepán familiar.

Son estos los motivos que hacen que el tomar la decisión de retirarse del hospital sea meditada concienzudamente, postergada ante el mínimo pretexto y llevada adelante sólo cuando las condiciones de permanecer en la institución sean adversas ya sea en el ámbito económico –llámese pensión de cese o de jubilación- ó de relaciones interpersonales. Es posible que solamente pueden escaparse de tomar esta difícil decisión los que ya no sientan con apasionamiento la labor hospitalaria y por ende sea igual estar ó no estar en la labor médica cotidiana.

Es por todo lo mencionado que creo que cuando un médico se retira del hospital éste debe recibir el reconocimiento de todos los que trabajaron con él. Debe sentir que su paso por la institución que lo cobijo no fue intrascendente. Que su ausencia va a ser sentida por sus compañeros y por la misma institución. En pocas palabras, que sienta que se le va a extrañar. Y de alguna manera que esto ayude a tomar la difícil decisión. Ese es el mejor premio que puede recibir un médico que se retira de un hospital después de haber entregado su vida a la sagrada labor de recuperar la salud del doliente durante décadas.

Para mi amigo Carlos Tuppia, a quien lo vamos a tener presente cada dia de labor en el hospital, este tema "Amigo" cantado por Roberto Carlos.


viernes, 10 de julio de 2009

LA REALIDAD DEL CANCER AVANZADO

El PACIENTE CON CANCER AVANZADO

No es extrano para los profesionales ligados a la salud que el diagnóstico de cáncer en nuestro país se realiza con mayor frecuencia en estadios avanzados. Llamamos así cuando las células cancerosas o neoplásicas se han reproducido fuera del órgano de donde se inicio la enfermedad. Como ejemplo podemos mencionar que si las células del cáncer de colon se implantan en todo el peritoneo –envoltura de los órganos abdominales- o en el hígado, esta enfermedad está en el estadio IV. Este estadio es el más avanzado al margen del aspecto físico que tenga el paciente que pueda impresionar como absolutamente sano. En contraposición está el estadio I, que es el cáncer temprano, que con tratamientos adecuados -usualmente quirúrgicos- puede erradicar definitivamente la enfermedad de estos pacientes. Por ende, no hay esfuerzo innecesario que se realice para brindar a estos pacientes todos los recursos –humanos y económicos- para curarlos.

Otra cosa es como enfrentamos el cáncer avanzado. La gran mayoría de las neoplasias malignas, por no decir todas, cuando llegan a este estado son incurables. Así como lee: incurables. Razón por la cual es preciso decir que en esta situación no podemos repetir lo que hemos dicho para el estadio I, que no hay esfuerzo innecesario que se pueda realizar. Si lo que pretendemos es curación, lo que se haga es inútil. Los esfuerzos deben estar orientados a brindar comodidad y calidad de vida. Evitar el dolor y el sufrimiento. Estrechar la relacion con la familia. Intentar que el paciente encuentre paz espiritual.

Por todo lo mencionado no deja de sorprender que un querido personaje público con diagnostico de cáncer avanzado, cuyo diagnostico fue ampliamente difundido por los medios periodísticos, haya manifestado -también de manera publica- que estaba recibiendo tratamientos quimioterapicos costosísimos -y posiblemente de carácter experimental- con la posibilidad de curarse. Ante este anuncio los amigos con evidente intención solidaria organizaron espectáculos para recaudar fondos que le permita acceder a esta terapia puesto que la economía del enfermo no era de las mejor.

Estoy convencido que esta manifestación de solidaridad de los amigos ha servido para reconfortar espiritualmente al doliente, hacer que se sienta querido y estimado, que entienda que no paso por la vida de una manera intrascendente y en fin, que sus familiares y amigos, y también sus seguidores, lo aman y aprecian. Desafortunadamente para un cáncer estadio IV no hay nada por hacer.

“Gracias a la vida” es una canción escrita por Violeta Parra quien se suicido por el amor a un joven muchísimo menor que ella y que inspiro a Chabuca Granda para que componga el tema “Cardo y ceniza”. Esta canción es enternecedora y motiva reflexiones sobre lo vivido. Canta Eva Ayllon en arreglos de vals.