CIRUGIA EDUCACION BOLEROS

Como me dijo un gran amigo: tu blog parece el programa de Ferrando "Trampolin a la Fama"

domingo, 21 de junio de 2009

CIRUGIA Y TECNOLOGIA

Los tratamientos quirúrgicos cada vez son más dependientes de la tecnología y por ende de .las empresas que financian este desarrollo. Ellas tienen una posición de empoderamiento que fija los precios de estos materiales que los hace, en la mayoría de veces, inaccesible a la demanda de las personas de bajos recursos o a las instituciones de salud financiadas por los Estados.

La investigación tecnológica se realiza con la inversión de la empresa privada. El resultado de ello se traduce en el desarrollo de los denominados materiales médicos, los que incluyen instrumentos quirúrgicos, equipos de videos, materiales para curación de heridas, para favorecer la cicatrización, disminuir la infección o para facilitar la coagulación. Posteriormente estos materiales son comercializados utilizando todas las herramientas para sacar el máximo provecho a su inversión. El marketing es de primer nivel, tan bueno como sus productos, hacen que estos instrumentos o materiales se conviertan en indispensables para los cirujanos. De la misma manera orientan a los pacientes para que exijan la utilización de ellos en las intervenciones a las que van a ser sometidos. Nada de ello seria malo si es que los precios de estos productos estuvieran accesibles a la mayoría de los dolientes.

Esto no es todo. La industria de los materiales médicos desarrollo sus productos tratando de generar la máxima rentabilidad. Así tenemos el diseño de instrumentos de un solo uso denominados de una manera general como descartables, que muchos de ellos bien podrían ser diseñados y comercializados como reusables. Una colecistectomia laparoscopica consume en insumos descartables 900 dólares. La realización de una manga gástrica por vía laparoscopica en los obesos mórbidos cuesta solo en insumos descartables alrededor de 3000 dólares.

Si bien es cierto existen instrumentos que por estar en contacto o sumergidos en sangre, ejemplo catéteres, no deben usarse en mas de un paciente por el riesgo de producir el contagio de algunas enfermedades infecciosas de gran repercusión personal y social -como la hepatitis o el SIDA- aún con las mas cuidadosas y estrictas medidas de limpieza y esterilización, existen otros, como los trocares de cirugía videoendoscopica, las tijeras o pinzas de agarre de órganos, cuyo contacto con los líquidos biológicos es mínimo y la posibilidad de constituir una vía de contagio es mucho menor si se toman las medidas de limpieza y esterilización estandarizadas. Por lo que lo ideal sería que la industria diseñe también instrumentos para múltiples usos –reusables- , si estos existen deben ser los que las instituciones de salud deben adquirir y en el caso que no se disponga de éstos, los hospitales y clínicas deben tener la posibilidad de volverlos a utilizar luego de verificar su funcionalidad y haberlo sometido a los cuidados respectivos de limpieza y esterilización cuando estos tienen un precio alto que impida su utilización masiva en los países, instituciones o pacientes con economias suboptimas.

Sin embargo lo que no es tolerable es el diseño de equipos con la utilización de elementos accesorios descartables, en dispositivos que nunca llega a estar en contacto con el enfermo ni con sus líquidos, y solo tiene la finalidad de generar una rentabilidad postventa de este equipo. Estos equipos no deben ser comprados por institución alguna.

Para nadie es un secreto que en los países latinoamericanos, en muchos de Europa, entre ellos Espana, y en la misma Norteamérica se reutiliza el material descartable que se considera de mediano o de bajo riesgo de contaminación. Aquí están los instrumentos de la cirugía video endoscopica – laparoscopica o artroscopica- y oftalmologicos que pueden ser lavados y esterilizados para reuso de acuerdos a normas que han sido vertidas por la FDA- organismo regulador de fármacos y material medico de Norteamérica- y por la OPS. A este proceso se denomina reprocesamiento. Este proceso implica una ingente cantidad de ahorro de recursos y disminuye el impacto ecologico. En un hospital de 1000 camas el ahorro por reprocesamiento puede llegar al millon de dolares al ano.

No debe pensarse que estamos en contra que las empresas inviertan en investigación tecnológica para obtener productos que indudablemente son de utilidad para mejorar los resultados en cirugía. Todos los adelantos en la cirugía por videoendoscopia que han permitido a los pacientes recuperarse más rápidamente, utilizar menos analgésicos y reintegrarse a sus labores prontamente. La calidad de las imágenes obtenidas es de primera y con ello la facilidad del cirujano. De la misma manera no podemos negar la utilidad del Sellador de Vasos que en mi modesto entender divide la practica quirúrgica en dos épocas, antes y después del Ligasure. Lo que nos preocupa es el mercantilismo extremo que se desarrolla a partir de esta industria que no considera para nada las necesidades de la población.

La denuncia hecha por las enfermeras del hospital Rebagliati de EsSalud del Perú ha puesto el dedo en la llaga. Llaga producida por la industria y esta vez irritada por la acusación realizada. Acusación que tiene como único sustento el etiquetado de los materiales hecho por los fabricantes, quienes defienden su rentabilidad, mas no por un sustento científico técnico que impida el reuso del material descartable siempre y cuando se garantice su funcionalidad, esterilidad y biocompatibilidad. Esta discusión recién comienza. Ojala que los beneficiados sean los pacientes quienes definitivamente deben estar informados del material que se esta utilizando en los procedimientos a los que se someten. terminamos con un referencia de Sola Reche

Y en el otro extremo de la balanza están: el incontenible incremento del coste sanitario; el derecho de todas las personas a beneficiarse de los avances de la Medicina; y el no despreciable coste medio-ambiental del tratamiento de residuos.

Junto a la defendible postura de los fabricantes de tomar todas sus precauciones respecto a los riesgos de la reutilización de sus productos, hay que contar con los referidos intereses de las instituciones sanitarias y de la población. Y con las verdaderas mayores posibilidades de las modernas técnicas de esterilización y reprocesado de productos sanitarios. Convendría por ello, con urgencia, alentar un consenso cuatripartito entre los representantes de los fabricantes, de los profesionales, de la Administración, y de los consumidores sobre la inquietante cuestión de la reutilización de los así etiquetados DMSU. En ello está comprometida la calidad asistencial, los legítimos intereses de fabricantes y gestores sanitarios, pero también la seguridad del profesional de la Medicina amenazado por la incertidumbre de si actúa correctamente, cuando sus decisiones más tendrían que ver con la correcta ejecución de sus actos médicos.



Esta vez recrearemos esta lectura con Frank Sinatra cantando "Fly me To the moon". Creo que en este tema se nota la grandeza de Sinatra, en el swing, armonía y en la capacidad de transmitir.